Deliciosa Tostada de Pulpo con Pasta de Almendras
La combinación de sabores del mar con un toque dulce puede resultar sorprendente y deliciosa. En esta receta, utilizamos patas de pulpo cocido y pasta de almendras para crear una tostada única que seguramente cautivará a tus invitados.
Ingredientes (para 2 raciones)
- 4 rebanadas gruesas de pan de molde blanco Hacendado
- 2 patas de pulpo cocido
- 4 cucharadas de rosegones pasta de almendras Hacendado
- 2 cucharadas de mantequilla light Hacendado
- Sal al gusto
- Aceite de oliva (opcional, para añadir a gusto)
Paso a paso
-
Preparar el pan: Tostar las rebanadas de pan de molde blanco en una tostadora o sartén hasta que estén doradas y crujientes.
-
Cocinar el pulpo: Si las patas de pulpo están frías, calentar en una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva, si se desea, durante unos minutos hasta que estén calientes. Añadir una pizca de sal al gusto.
-
Untar la mantequilla: Una vez tostadas las rebanadas de pan, uncir cada una con una cucharada de mantequilla light. Esto aportará un sabor cremoso.
-
Agregar la pasta de almendras: Extender una cucharada de rosegones pasta de almendras sobre cada rebanada de pan untada con mantequilla.
-
Colocar el pulpo: Cortar las patas de pulpo en rodajas y distribuirlas uniformemente sobre las tostadas con pasta de almendras.
-
Opcional, añadir aceite: Si se desea, rociar un poco de aceite de oliva por encima de las tostadas para dar un toque extra de sabor.
-
Servir: Presentar las tostadas en un plato y disfrutarlas calientes como aperitivo o plato principal.
Consejos/variantes
- Se puede sustituir el pan de molde por pan Viena para una textura diferente.
- Para un toque más sofisticado, añadir un poco de pimiento rojo asado o aceitunas picadas sobre el pulpo.
- Esta receta se puede adaptar usando otros mariscos cocidos si se prefiere.
- Para un sabor más intenso, se puede marinar el pulpo en ron añejo antes de cocinarlo.
Nota de conservación
Se recomienda consumir las tostadas inmediatamente después de prepararlas para disfrutar de su frescura. Si sobran, se pueden almacenar en un recipiente cerrado en el refrigerador, aunque la textura del pan puede verse afectada.
